En semana santa durante mis vacaciones en Portugal compré este juego para estimular el lenguaje (formulación de preguntas, enriquecimiento de vocabulario) y adquisición de habilidades sociales (respeto de turno, etc).
Cada participante (hasta 4) se coloca una tarjeta en la cinta de su cabeza que no visualiza y deberá hacer preguntas a su compañero hasta adivinar de qué se trata; por ejemplo: ¿Es un animal? , ¿Es rojo?, ¿Sirve para recortar?... cuando consigue adivinar dentro del tiempo que marca el reloj de arena se le entrega un punto, si finaliza el tiempo, pasa el turno al siguiente participante y así sucesivamente.
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