Hace algún tiempo se lanzó al mercado una muñeca con Síndrome Down llamada Baby Down.
La muñeca viene con todos los rasgos de una bebita con el síndrome de down, es decir ojos almendrados, puente nasal aplanado, orejitas particulares (más pequeñas y por debajo de la línea normal), manos goditas, dedos cortos, cabecita más pequeña y aplanada en la parte de atrás, cabello lacio.
Además Baby Down viene con un folleto informativo que explica cómo desarrollar al máximo las capacidades de un verdadero bebé Down por medio del uso de sus cinco sentidos.
Ha habido mucha controversia sobre el asunto, algunos padres, incluso padres de niños con síndrome de Down piensan que puede ser ofensivo. Por supuesto, todas las opiniones son respetables; sin embargo, psicoanalistas y otros profesionales que estudian el juego y el desarrollo de los niños concuerdan que la mejor forma de promover la tolerancia es acostumbrarlos por medio del juego a ver diferentes situaciones y percatarse que no todos son iguales, y que todos merecen respeto por igual. Los pequeños podrán familiarizarse con los rasgos y afrontar de manera más natural el posible evento de encontrar un niño con síndrome de Down en el vecindario, guardería, iglesia, etc.
De la misma manera, las niñas con síndrome de Down pueden encontrar gratificante (a nivel consciente e inconsciente) el poder identificarse con una muñeca y puede ayudar a su seguridad y a relacionarse con el mundo.
Además de estas ventajas, el fabricante Destoys, donará 2 Euros a la Federación Española de Síndrome de Down para realizar proyectos que ayuden a mejorar la calidad de vida de las personas que sufren este síndrome.
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