Esta
consulta de un padre y/o madre a un maestr@: tengo un hij@ de (entre 4 y 6
años) y noto que no pronuncia la “erre”. Los sonidos que emite al pronunciar
palabras que contienen este fonema son algo parecido a “geloj” o “deloj” (en la
palabra “reloj”). ¿Es hora de hacer una visita al logopeda? ¿Es pronto? es
muy frecuente en nuestros centros, acto seguido el maestr@; del alumno opta por
consultar al orientador@ o logoped@ del centro qué debe hacer o a veces realiza
una hoja de derivación para demandar atención específica del alumno por la
logopeda.
Pues
bien ante esta situación os remito a la contestación de la logopeda María Vas.
que es la misma que no me canso de repetir yo día a día en mi centro, pero que
nadie parece entender.
A la edad de tu hijo, es decir,
entre los 4 y los 5 años, un 30 % de los niños, aproximadamente, no pronuncian
la “r” correctamente, y no es hasta los 7 años cuando un 90 % la adquieren.
Cada niño, por tanto, tiene un ritmo diferente de adquisición y, si bien es
interesante estar atento a los patrones de “normalidad”, lo más importante es
respetar el ritmo individual y favorecer el desarrollo del lenguaje de cada
niño. Los sonidos a los que tan bien haces referencia en tu consulta son los habituales
en la gran mayoría de niños. La explicación sería la siguiente:
·
“Velarización”: cuando el niño, ante la imposibilidad de
articular la “r”, la sustituye por la “g” (“geloj” por “reloj”).
·
“Triángulo l/r/d”: sustituye la “r”, que le es difícil de
articular, por consonantes cercanas, como son “l” y “d”.
Una situación que se produce con cierta frecuencia al
analizar el perfil fonológico de los niños de estas edades, es la presencia de
lo que denominamos “triángulo l/r/d”. Os invito a realizar esta sencilla
prueba, que suelo sugerir a padres y profesores al presentarlos el
perfil fonético-fonológico de sus hijos o alumnos: pronunciemos muy lentamente
estos tres fonemas: r-l-d, intentando tomar conciencia de dónde colocamos la
punta de la lengua. Si lo habéis realizado, experimentareis que los puntos de
articulación son muy cercanos; la distancia que ha de recorrer la punta de la
lengua para pronunciar “r” y “d” es muy pequeña, y la diferencia entre “r” y
“l” es simplemente la vibración. Tal y como muy bien me expones en tu consulta,
el niño dice “dedoj” por “reloj”. Para realizar estos movimientos tan precisos,
se necesita una motricidad fina, que será fruto de un determinado grado de
madurez en el niño. Al igual que nuestro bebé comienza intentando coger con la
mano objetos que se le caen, después hará “la pinza” y será capaz de
sostenerlos con dos dedos, y más tarde será capaz de escribir letras con una
gran precisión, de este modo, también irá aumentando su grado de pericia a la
hora de articular los sonidos.
Sí puedo sugerirte que:
- No le hagáis repetir palabras que contengan la “r” en un
intento de que así la vaya practicando. No conviene hacerle consciente de un
problema que, por ahora, no es tal. Es más aconsejable responder a sus palabras
“inmaduras” con el modelo correcto, por ejemplo:
- No encuentro el “gogo” (gorro), mami.
- Tu gorro está en el armario, cariño (no es aconsejable
contestarle: “go-rro”, cariño, se dice “go-rro”).
Estad atentos a que no interfiera en sus relaciones con los
demás (por ejemplo, que pudieran darse burlas de otros niños), o bien más adelante, en el proceso de
lecto-escritura.
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